Dedicamos este día a la oración y el recogimiento para preparar nuetro corazón para vivir este gran acontecimiento de nuestro III Capítulo Provincial.

Comenzamos el día con una oración animada por las formadoras, las junioras y hermana Solange.

El sacerdote que nos dió las pautas del retiro fue el Padre comboniano, Rafael WOKORACH. Dividió su exposición en tres partes :

En un primer momento el padre Rafael se refirió a nuestro fundador : destacó su figura, su espiritualidad, su carácter y su particular método de misión. Lo definió como un hombre profundamente religioso, valiente, con determinación al servicio de la Iglesia y en su forma de llevar a cabo la misión, un hombre muy concreto y pragmático. Destacó su particular cercanía a la figura de María y su apoyo en la oración y contemplación especialmente en los momentos adversos.

A continuación, nos invitó a escuchar al Espíritu a través de la Palabra y la oración, habló de la importancia que en la biblia se da a la escucha. Es la Palabra, el Logos que nos guía a la vida. El poder de la palabra es muy fuerte, cada palabra que usamos provoca un impacto, bien positivo o bien negativo en la vida de los demás y en la nuestra por supuesto. El padre Rafael nos invitó a escuchar, a hacer silencio como Elías para escuchar a Dios que se manifiesta y a estar abiertas a la novedad que ese mensaje puede traer. La escucha nos lleva nos lleva a descubrir el verdadero objeto de nuestro amor : Dios.

En la última parte el sacerdote nos presentó a María como modelo de escucha « Virgo audiens ». Elle escuchaba y meditaba todo en su corazón, pero también lo vivía y, de esta forma, comunicaba gozosamente la Buena Noticia de Dios. María experimentó en su vida momentos de crisis como en Caná, pero los supo transformar en una oportunidad para mejorar las cosas.  De esta misma forma la vida consagrada, nos hablaba el padre, también está pasando momentos de crisis de identidad pero es importante que, a ejemplo de María, enfrentemos lo que nos sucede, como una oportunidad para cambiar para mejor.

El padre Rafael, nos instó a que en estos días, escucháramos más a Dios, que le pusiésemos en el centro de nuestras decisiones y mentalidades, a que dejásemos que SU palabra entre en nuestros corazones y mentalidades y en todo que favorezcamos un ambiente de diálogo fraterno, y compartir abierto, como Marí, mujer de la escucha.

Tuvimos momentos de reflexión personal, un momento de adoración eucarística y concluimos con la eucaristía al caer la tarde.